En un duelo histórico disputado en el Allegiant Stadium de Las Vegas, Saúl “Canelo” Álvarez (63-3-2, 39 KO) perdió su condición de campeón indiscutido de los supermedianos tras caer frente a Terence “Bud” Crawford (42-0, 31 KO). El mexicano no pudo descifrar la estrategia de su rival y terminó cediendo los cinturones de la AMB, OMB, FIB, CMB y The Ring, en una decisión unánime que marcará un antes y un después en su carrera.

El triunfo de Crawford fue categórico. Subió dos divisiones para medirse con Canelo y no solo mantuvo su invicto, sino que consiguió un hito sin precedentes: proclamarse campeón indiscutido en tres categorías diferentes, después de haberlo logrado en superligero y welter. Una hazaña que lo ratifica como uno de los grandes del boxeo del siglo.

La derrota de Canelo parecía gestarse meses atrás, cuando enfrentó al cubano William Scull. Aunque salió vencedor en aquella contienda, Álvarez evidenció dificultades para lidiar con la movilidad de su oponente. Ese antecedente no pasó desapercibido para Crawford, quien presenció la velada y tomó nota de los problemas que el mexicano exhibió sobre el ring. Con su estilo zurdo, agilidad constante y precisión quirúrgica en los golpes, el estadounidense potenció esas debilidades hasta volverlas irreversibles.

Durante los doce asaltos, se vieron dos propuestas distintas: Canelo avanzando, intentando cortar el cuadrilátero y conectar golpes de poder, pero con menor volumen ofensivo que de costumbre. En contraste, Crawford desplegó su repertorio con desplazamientos rápidos y combinaciones cortas pero efectivas. La única carencia del estadounidense fue la falta de pegada definitiva, ya que, de haber tenido más potencia, la pelea podría haber terminado antes de las tarjetas.

Los fanáticos mexicanos aguardaban una merma física de Crawford con el correr de los rounds, algo que nunca sucedió. Por el contrario, el estadounidense mantuvo su ritmo hasta el final, ampliando la diferencia en puntos. Al sonar la campana, no quedaban dudas: los jueces fallaron 115-113 (dos veces) y 116-112, todos a favor de Crawford.

Con este resultado, Canelo Álvarez acumuló la tercera derrota de su trayectoria profesional, tras las sufridas ante Floyd Mayweather y Dmitry Bivol. La caída ante Crawford no solo lo despoja de su reinado en los supermedianos, sino que también abre un debate sobre el futuro inmediato de una de las máximas figuras del boxeo mundial.

Por su parte, Crawford escribió una página dorada en la historia del pugilismo al convertirse en campeón indiscutido en tres divisiones diferentes: superligero en 2017, welter en 2023 y supermediano en 2025. Un récord que refuerza su estatus como uno de los peleadores más dominantes de la era moderna.